Capir (Islas Filipinas), 20.XI.1895 –
Granada, 14.VIII.1939. Francisco Menoyo Baños fue uno de los
“últimos de Filipinas”. Sus padres y varios de sus ocho hermanos
abandonaron las islas varias jornadas antes del triunfo de la
revolución independentista que expulsaría definitivamente a los
españoles de las posesiones de ultramar, en 1898; su padre, empleado
del Banco Hipotecario, tuvo la lucidez de atisbar lo que le depararía
a su familia si seguían allí. Se vieron obligados a salir
apresuradamente y cuando echaban la vista atrás, ya muy lejos,
imaginaron lo que fue el esplendor de un inmenso y rico imperio,
ahora en descomposición definitiva.
Joven inquieto y estudiante de provecho
orientó su formación hacia la milicia, precisamente en un arma que
requiere cierta habilidad, capacitación y formación. En 1912
ingresa en la Academia de Ingenieros de Guadalajara (un hermano suyo,
Francisco Javier, le emularía); le dedicará al Ejército de España
los mejores dieciocho años siguientes con destinos de suboficial y
oficial en destacamentos en África, Menorca, Barcelona, Granada y
Zaragoza.
Con 25 años contrae matrimonio con
Emilia Romero Avilés, de cuya unión nacerán seis hijos. A mediados
de los años veinte y estando destinado a la plaza de Granada, toma
contacto con la élite intelectual y política progresista andaluza,
surgiendo desde entonces una amistad y camaradería con directivos
socialistas, con los catedráticos de Universidad Fernando de Los
Ríos Urruti y Alejandro Otero Fernández, entre otros. Esa afinidad
le lleva a solicitar el ingreso en la Agrupación Socialista de
Granada, agrupación muy activa contra las políticas y usos
caciquiles de la Dictadura Primo de Rivera. Solicita separación
voluntaria de servicios en temporadas de 1924 a 1925.
En las elecciones municipales de 1931
que, pese al triunfo de las derechas, dieron lugar al advenimiento de
la Segunda República, obtuvo plaza de concejal en el ayuntamiento de
Granada, siendo nombrado teniente de alcalde y posteriormente
alcalde. Cesó en 1932 y pasó a ocupar un puesto de ingeniero en el
Banco Hipotecario de Madrid, del que fue depuesto a raíz de los
sucesos revolucionarios de 1934, acusado de excitar a las masas,
dando lugar a la quema de conventos y otros desmanes contra personas
de derechas. Intervino de forma muy activa en la campaña para las
elecciones de febrero de 1936, que dieron el triunfo al Frente
Popular.
Al iniciarse el levantamiento, en julio
de 1936, se le encargó la organización de las milicias voluntarias
que salían hacia el frente y, cuando se quiso normalizar la
organización militar del Ejército Popular, fue el encargado de
organizar las seis primeras Brigadas Mixtas. Posteriormente recibió
el mando de la 5.ª Brigada de Carabineros, con la que se distinguió
en los combates de Puerta de Hierro, en el frente de Madrid. En
febrero de 1937 reingresó oficialmente en el Ejército con el empleo
de teniente coronel, recibiendo sucesivamente mandos de unidades cada
vez de mayor entidad, todos en el frente del Sur, hasta acabar la
guerra al mando del Ejército de Andalucía.
Finalizada la guerra, fue juzgado en
consejo de guerra y condenado a la pena de muerte.
Solo quedaba el cumplimiento y
ejecución de la máxima pena. Fusilamiento que tuvo lugar a las
cinco horas de la madrugada del 14 de agosto de 1939. Su defunción
quedó registrada en el Libro 118 fol. 60, inscripción nº 470, del
Registro Civil nº 3 El Campillo de Granada
Fuente:
https://www.elindependientedegranada.es/blog/menoyo-banos-semblanza-ingeniero-militar-comprometido-con-republica
(consultado el 25/01/2020)
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