21 dic 2008

Documentos del Archivo de Menoyo (7)

Acta de remate para el recogimiento u hospedaje de pobres de solemnidad durante el año 1917:
En el lugar de Menoyo y sitio de costumbre siendo las cuatro horas de la tarde del dia seis de Enero de mil novecientos diecisiete y bajo la presidencia de D. Jose Mendia Alcalde de Barrio, asistido del infrascrito Fiel de fechos se procedió en un solo acto a la subasta que arriba se menciona con la obligación del rematante de dar posada a todos los pobres de solemnidad que necesiten pernoctar en el pueblo durante todo el año que se menciona y dadas las voces de costumbre se adjudicó a D. Segundo Gorbea en la cantidad de cuatro pesetas y setenta y cinco centimos. De todo lo cual se extiende la presente acta que firman el Sr. Alcalde de barrio, rematante y fiel de fechos que certifico.

6 dic 2008

Inventario de edificios de Menoyo

Se sitúa Menoyo acostado en el alto del mismo nombre, colgado sobre el abrupto declive que experimenta el terreno en sus orientaciones Norte y Este y adentrándonos en él por su orientación Suroeste.

Menoyo aparece documentado desde el año 1.114 como lugar poblado al citarse uno de sus moradores con motivo de la donación del "monasterio" de Obaldia, en Madaria, a San Millan.

Veamos algunos datos demográficos ostentados por esta localidad de Menoyo a partir del año 1.562 en que la poblaban 23 vecinos y medio. En 1.801, su vecindad había descendido a tan sólo 10 vecinos. En 1.681 eran 99 habitantes los allí censados. En la presente centuria la población ha ido decreciendo, siendo más acentuado en las últimas décadas. Así, en 1.910 eran 62 habitantes, en 1.930 eran 57 habitantes, en 1.950 alcanzaba los 61, para bajar a 33 en 1.970 y ser 31 personas las que lo pueblan en el censo de 1.986.

La carretera a Menoyo, desde el ramal que nace en Quejana, tiene ascendente y sinuoso trazado que trepa y sortea las laderas del barranco que forman los altos de Menoyo y Unguila, por cuyo fondo discurre el arroyo "El Molino" que se convierte en uno de los regatos formadores del río Izalde.

El caserío de Menoyo se halla concentrado todo él formando pequeños grupos de casas que adquieren nombres propios, clasificándose en barrios o en simples caseríos. Barruchi, Butarte, Campo (el), Mendia y la Plazuela son los nombres de los barrios; y El Pico y Santa Casilda los nombres de los caseríos que se sitúan al Norte y Sur del núcleo habitacional, respectivamente.
Al catálogo edificatorio, anteriormente citado, falta agregar el nombrado y muy venerado Santuario de Echaurren, con un caserío en sus inmediaciones.

El Santuario de Nuestra Señora de Echaurren se asienta en la ladera Sur del Monte Unguila (639 metros) ocupando uno de los lugares más pintorescos de Ayala. Desde su ubicación, convertida en un excelente balcón, se fiscalizan montes, valles, arroyos, pueblos, caseríos, etc. En su frente se sitúa la imponente muralla de Sierra Salvada a cuyos pies se desparraman verdes praderas salpicadas de pequeños núcleos poblacionales como Salmantón, Madaria y Aguiñiga.

La Virgen de Echaurren es invocada como patrona de las tierras de Ayala. El actual edificio data de comienzos del siglo XVIII, aunque su devoción se remonta mucho más atrás. Se trata de una maciza construcción cimera y de arrogante figura a cuyos pies se eleva la espadaña de dos huecos. Al alzado mediodía, se le anexiona, en toda su longitud, el atrio y la tradicional bolera, abierta ésta en uno de sus lados, ayudando a entretener a las gentes que se desplazan en los grandes acontecimientos religiosos y mundanos allí organizados. El acceso desde el atrio al Santuario es mediante arco apuntado. Del caserío Echaurren, al Sur del Santuario, sólo restan parte de los lienzos que conforman su construcción.

En el término "El Pico", al Norte del lugar, haciendo mención del accidente geográfico que allí se da, se levanta una edificación que atiende al nombre del término, es decir, caserío el Pico.
Se trata de una sólida construcción en mampostería concertada que presenta dos fachadas principales, correspondientes a otras tantas viviendas. La fachada que mira a Levante, luce una esbelta y armónica figura, acrecentada ésta por la concatenación vertical del encuadrado de sus vanos. La fachada a Mediodía muestra un desplazamiento de los huecos hacia el sector Poniente. Con una primera parte ciega en el sector opuesto.

El barrio Barruchi, al Suroeste del "Pico", lo conforman dos casas habitación en origen exentas pero que posteriormente, han quedado anexas y en línea sus fachadas con la construcción del pasaje cubierto existente entre ambas. Mientras una de ellas, la inventariada con el núm. 1 muestra horizontalidad en la línea del alero de su cubierta, la otra, la núm. 2, resuelve su cubierta en hastial en cuya zona central se proyecta el balcón protegido por el acusado voladizo de la cubierta. A significar en estos 2 edificios el reducido tamaño de sus ventanas que de esa forma combaten el frío, dada la altitud media de Menoyo que alcanza los 466 metros.

Las correspondientes zonas de trabajo a distinto nivel se despliegan en sus zonas anteriores, ayudándose ambas en sus delimitaciones por construcciones auxiliares y pequeño muro de mampostería en su linde con la propiedad pública, el camino. En los prolegómenos del camino a Salmantón, justo detrás de las anteriores construcciones, se está reconstruyendo arruinada casa-habitación que formaba parte de este barrio Barruchi.

La iglesia, con advocación a San Pedro "Ad Vincula", tiene una maciza construcción de mampostería de una sola nave, de escasa altura, y a cuyos pies se levanta pesada torre en cuyo cuerpo superior se colocan los huecos donde se alojan las campanas. El acceso al templo es mediante arco apuntado. Frente al murado atrio se levanta sencilla construcción de corte rústico que albergó a la antigua escuela y casa del maestro.

El barrio Mendia, al Oeste del templo parroquial, se constituye en el núcleo habitacional más interesante de Menoyo dada su peculiar estructura en calle, como si de una calle urbana, en ámbito rústico, se tratase, con edificios a uno y otro lado del camino que la marca, cuyo trazado, una vez abandonado este bello rincón, va bordeando el perfil del "Pico" en que se asienta Menoyo.

Al "barrio-calle" nos colamos por su extremo Sur, a través de popular pasaje que actúa como preámbulo trecho o antesala al pintoresco barrio, en el que vamos a observar varios componentes arquitectónicos de la más pura tradición y ejecución popular.

Las casas habitación se ubican todas en una misma margen de la calle, dejando el otro flanco para las construcciones auxiliares, sin olvidar que éstas, también, ocupan algunos sectores del flanco habitacional.

El casero de la primera casa-habitación en su ambicioso intento de anudar la vivienda con la construcción auxiliar, ésta en su frente, pero al otro lado del camino, concibió singularísima, aunque muy rústica, pero funcional solución en la que se engranan dos componentes arquitectónicos de valiosos antecedentes populares, como son: la escalera externa -"patín"- y la balconada-corredor. Analicemos con más detalle esta peculiarísima solución, pues a nuestro entender constituye destacado ejemplo del buen quehacer del casero o constructor popular que antepone la funcionalidad sobre la forma y reglas constructivas.

La escalera externa discurre paralela al alzado, en un sólo tramo cubierta, que tras unos primeros escalones en piedra siguen otros de madera en mayor número, que nos transportan hasta la meseta que se sitúa a la altura del primer piso, donde nos colocamos de una parte a la vivienda y de otra al estrecho, corto y cubierto corredor elevado, realizado en madera, con pobres antepechos del mismo material.

En el mismo alzado de la vivienda nace otro "patín" o escalera externa, en este caso macizo, todo él obrado en piedra y cubierto con la prolongación acusada del alero de la cubierta. En el caso del patín anterior, la cubrición resulta ser mixta; de una parte, se resguarda por el alero del tejado, como ya se ha dicho, y de otra, por singular hilera de losas de piedra sobresalientes a modo de proyectada y rústica imposta.

La segunda casa-habitación, en línea con la anterior obedeciendo a sistemática ordenanza urbana, nos muestra una muy cobijada fachada, resultado del abrumador vuelo con que se le ha dotado al alero de la cubierta. La solución constructiva adoptada para el agobiado voladizo consiste en apear los cabios en durmiente que descansa en sobresalientes y macizos canes de madera empotrados en la fachada que, a su vez, reposan en cortos pero recios tornapuntas. La cabaña auxiliar, a continuación, disfruta, asimismo, de idéntica solución que se extiende también a su alzado Norte delante del cual se desarrolla la enlosada era.

El barrio Butarte, al Oeste del lugar, tiene en su edificio núm 1, de desbordante voluminosidad, la doble propiedad que comparten dos familias depositadas bajo una misma cubierta a dos aguas, con los balcones corridos en sus respectivos desvanes, compuestos estos con la cubierta que en el caso de uno de ellos se prolonga a la balconada del piso. La vivienda que ocupa el sector norte ha añadido cuerpo anexo a dicho alzado aumentando de esa forma su superficie habitacional. Las ventanas que se abren son escasas y pequeñas. Con ocasión de una restauración efectuada en el año 1.905 en la vivienda Sur, se abrieron en este alzado varios huecos, lleva grabada una cruz y el año. Delante del edificio, ayudándose en su delimitación por muros de mampuestos, se despliega la enlosada era. En el extremo frontal de la vivienda sureña se proyectaba, hoy arruinada, la correspondiente bóveda al horno de pan, a cuya boca se accedía desde el interior de la casa.

El bloque núm. 2 de Butarte parece haber albergado 2 viviendas ocupando cada una de ellas dos de los volúmenes que conforman ese irregular y estropeado bloque. Uno de ellos orienta su fachada al Norte, con clarividente distribución de huecos atendiendo a su distinta zonificación por funciones. La otra luce, en uno de los huecos correspondientes a una ventana, escudete muy deteriorado en el que no se aprecían los grabados en el historiados.

El caserío "El Campo" tiene en su fachada, un acusado desequilibrio en la distribución de huecos, gozando en el desván de una corrida balconada compacta al alero de la cubierta en el sector que aquella ocupa. En su costado Norte se aprecian dos paños obrados en mampostería pero en distintas épocas como así parecen delatarlo la línea esquinera que les separa y el distinto tratamiento dado al revoco o recogido de los mampuestos. Todo esto nos hace pensar que la original fachada queda oculta. En este alzado norte se halla interesante ventana con sencillo rebaje como moldura y en cuyo dintel va grabado el escudete que encierra a llaves cruzadas sobre las que va una cruz.

A continuación el barrio La PLazuela se halla conformado por una serie de edificaciones que se articulan en torno a un aparente e irregular espacio abierto que denominan la plazuela.
A nivel inferior, casi tocante a su lado Sur, se levanta desvencijada construcción que podría ser la casa más vetusta de Menoyo atendiendo al rico ventanal gotizante que muestra, Ortogonal a esta antigua casa, también denominada del Pastor rememorando el oficio de uno de sus moradores, se despliega elemental construcción que destaca por su fábrica de mampuesto recogido en seco.

El caserío núm. 2 se muestra como la edificación más equilibrada del barrio con sus alzados Este y Norte como los más relevantes.

El caserío núm. 3, hoy cerrado y en mal estado de conservación, muestra desorden en el reparto de los huecos de su fachada, delante de la cual se despliega la era que se ayuda en su delimitación por muro de mampuestos recogidos en seco.

A nivel inferior y anexa al costado derecho de la núm. 3 se levanta el caserío núm. 4, conocido como la "casa del rincón" que muestra aderezados alzados con un desplazamiento acusado de los huecos que se abren en su alzado principal hacia la zona central.

El catálogo edificatorio de Menoyo concluye con el caserio Santa Casilda que se constituye en el más señorial del lugar por lucir piedra armera.
El terreno ocupado por el caserío se asoma al barranco, con su edificio matriz levantado en zona abancalada a fin de aprovechar la terraza que delante de él se despliega para acoger la era con el típico enlosado de estos lugares. Se perimetra la propiedad a base de muros de piedra con el acceso a ésta desde el exterior por su flanco Norte, a través de bello y bien trabajado arco de medio punto.

De esbelta, severa y monótona podemos enunciar la fachada de esta solariega mansión de tres plantas. la monótona aparición actual no la poseyó en origen al disponer en los extremos de su planta desván sendos balcones como así parece delatárnoslo las sesgadas cabezas que sostenían el entarimado y barandilla, de una parte, y los hoy cegados huecos de acceso a ellos, de otra.
Dos eran los accesos de entrada que poseyó en origen, hoy sólo queda el principal que muestra buenas labores de cantería en el recerco con el dintel recto adovelado, habiendo cegado el auxiliar.

La piedra armera que se luce en el centro de la fachada, a la altura de la planta intermedia, es de austero perfil en cuyo campo partido muestra trece estrellas a la izquierda y cinco panelas a la derecha, y todo ello orkado con ocho aspas.
La hidalguía de esta solariega casona se corrobora: de una parte, por el título nobiliario, de Marqués de Mejorada, que aparece vinculado a Menoyo; y de otra, por la existencia de la ermita de Santa Casilda, igualmente vinculada al título y a la casona.

La ermita se ubicaba en el patio delantero o era, como así se desprende de la descripción que de la casa torre hacen los informadores con motivo del ingreso a la Orden de Santiago de Don Pedro Fernández del Campo y Velasco. La descripción decía: la casa orientada a Levante, "con un patio abierto y en él una ermita, su fábrica de cal y canto", con "balcones de madera torneados" en la casa.

“Inventario de arquitectura rural alavesa”
Victorino Palacios Mendoza